20/3/12

De mi preparación para despertar inoportunamente a mis perras

Lo primero:
Enjuagarse la boca,
Soltar las descargas matutinas,
Cinco saltos de lagartija,
Tres saludos al sol.

Lo segundo:
Cargar la cafetera, en caso estuviese
vacía. Revisar el volumen de mis pliegues abominables,
mientras espero el café.
Las personas se van despertando, -buenos días-.

Una vez calentada la barriga con el café, procedo:
Estiramiento de mis dedos,
Relajación del tendón de la pata de ganso,
Y estoy listo para abrir la puerta del cuarto.
Subo por las escaleras sabiendo lo que me espera.

Para abrir la puerta del cuarto donde están durmiendo:
Debo procurar hacer el menor ruido posible, con dos centímetros
 de puerta es suficiente. Observo en silencio.
Ahora me preparo para gritar mis buenos días favorito,
en el momento menos
oportuno.
Para gritar deben estar
profundamente
dormidas.